Traumas en la Infancia: Cómo Afectan y Cómo Superarlos

La infancia es una etapa clave en el desarrollo emocional y psicológico de una persona. Las experiencias que vivimos en estos primeros años dejan una huella profunda en cómo nos relacionamos con nosotros/as mismos/as, con los/as demás y con el mundo. Cuando estas experiencias son traumáticas, pueden generar heridas emocionales que, si no se abordan, pueden acompañarnos durante toda la vida.

Como psicóloga sanitaria especializada en trauma, quiero ofrecerte una guía comprensiva y basada en la evidencia sobre cómo los traumas en la infancia pueden afectarnos y cómo es posible sanar, incluso años después de haberlos vivido.

¿Qué es un trauma infantil?

Un trauma infantil ocurre cuando un niño o una niña vive una experiencia que supera su capacidad para poder afrontarla. Estas experiencias pueden incluir abuso físico, emocional o sexual; negligencia; violencia en el entorno familiar; pérdida de un ser querido; enfermedades graves, o cualquier situación que genere miedo, inseguridad o vulnerabilidad extrema.

La capacidad de un niño/a para procesar un evento traumático depende de factores como su edad, su personalidad y el apoyo que recibe de su entorno. Cuando el trauma no se procesa adecuadamente, puede afectar el desarrollo emocional, las relaciones y la autoestima a lo largo de la vida.

Consecuencias del trauma infantil

El impacto del trauma infantil varía según la persona, pero algunas de las consecuencias más comunes incluyen:

  • Dificultades emocionales: ansiedad, depresión, sentimientos persistentes de culpa o vergüenza.
  • Problemas en las relaciones: dificultad para confiar en los/as demás, miedos al abandono o dependencia emocional.
  • Conductas autodestructivas: auto-sabotaje, abuso de sustancias o comportamientos de riesgo.
  • Problemas de regulación emocional: explosiones de ira, hipersensibilidad o evitación emocional.
  • Problemas de salud física: dolores crónicos, problemas gastrointestinales o trastornos del sueño relacionados con el estrés.

El trauma infantil no define a una persona, pero sí puede influir en cómo se siente consigo misma y en cómo interpreta el mundo. Afortunadamente, con el apoyo adecuado, es posible sanar y construir una vida plena.

¿Cómo superar un trauma infantil?

Sanar un trauma infantil es un proceso que requiere tiempo, apoyo y herramientas adecuadas. Aquí te comparto algunas claves respaldadas por la psicología que pueden ayudarte:

1. Terapia psicológica especializada

La intervención profesional es esencial para abordar las heridas emocionales del pasado. Dos enfoques ampliamente recomendados para el tratamiento del trauma son:

  • Terapia EMDR: ayuda a procesar los recuerdos traumáticos y a reducir su impacto emocional, permitiendo que la persona los integre de manera más adaptativa.
  • Terapia Cognitivo-Conductual: se centra en identificar patrones de pensamiento y conducta derivados del trauma, ofreciendo herramientas para cambiarlos y fomentar una mayor estabilidad emocional.

Ambas terapias son eficaces y pueden realizarse de manera online, permitiendo un acceso cómodo y seguro a los tratamientos.

2. Reconocer y validar el dolor emocional

Uno de los pasos más importantes para sanar es reconocer que lo que viviste fue difícil y doloroso. No se trata de culpar al pasado, sino de aceptar que tus emociones tienen un origen válido y merecen ser atendidas.

3. Aprender a regular las emociones

El trauma infantil puede dejar una sensación constante de alerta o descontrol emocional. Estrategias como la respiración consciente, el mindfulness y la relajación muscular progresiva pueden ayudarte a sentirte más conectado/a con el presente y reducir el impacto de los recuerdos dolorosos.

4. Construir una red de apoyo

Sanar el trauma infantil no significa hacerlo solo/a. Hablar con personas de confianza o unirte a grupos de apoyo puede brindarte un espacio seguro para compartir y sentirte comprendido/a.

5. Revisar y transformar creencias limitantes

El trauma infantil puede generar creencias negativas sobre uno/a mismo/a, como “no soy suficiente” o “no merezco ser amado/a”. Un proceso terapéutico puede ayudarte a identificar estas creencias y sustituirlas por otras más compasivas y realistas.

6. Dar tiempo al proceso

Sanar un trauma infantil es un camino que requiere paciencia. Cada pequeño paso es un avance significativo hacia una mayor libertad emocional. ¡Lo estás haciendo lo mejor que puedes!

Terapia Online para adultos: Un espacio para sanar

En nuestro centro de psicología online, PsicoLaume, trabajamos con personas adultas que buscan superar las consecuencias del trauma infantil y otras dificultades emocionales. Ofrecemos tratamientos personalizados basados en la evidencia, como la Terapia Cognitivo-Conductual y la Terapia EMDR, adaptándonos siempre a las necesidades de cada persona.

Además, te damos la posibilidad de realizar una sesión de valoración gratuita. Esta consiste en una llamada telefónica donde evaluamos tu caso, resolvemos tus dudas y te damos información detallada sobre cómo trabajamos en terapia. Puedes reservar tu sesión directamente y de manera automática a través de nuestro calendario online haciendo clic aquí.

Si sientes que el trauma del pasado sigue afectando tu presente, quiero que sepas que no tienes que enfrentarlo solo/a. Estamos aquí para ofrecerte un espacio seguro y profesional, donde juntos/as podamos construir un camino hacia una vida más plena y libre de las sombras del pasado.

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